10 de Octubre de 2010

los padres de Muxu habían contratado con uno de los chófer del hotel un servicio de transporte turístico durante todo el día por İstanbul. El chófer (Ali) era un hombre que tenía unos gestos y formas de mirar que me recordaban mucho a @mrglenean, salvando las distancias de que físicamente no eran nada parecidos y que @mrglenean no tiene los brazos tatuados(se podían ver un poco a través del puño de la camisa cuando estiraba las manos, ya que se encontraba trajeado).

Alí era majo y gracioso, no había nunca estudiado inglés pero se defendía bastante bien y nos conseguía entender y responder lo que le preguntábamos (aunque dijera "nothing problem" en vez de "no problem", lo cual era bastante gracioso.)

la verdad que se están portando fenomenal conmigo, ya que además de invitarme a ese viaje me pagaron las entradas a los sitios y algunas cenas/desayunos (lo cual llevo un poco mal porque no me dejan ni siquiera invitarles a un café). Además como ya he dicho son muy amables y abiertos y se puede hablar con ellos de cualquier cosa.

el tour turístico consistió en, además de subirnos a la montaña asiática que está literalmente en el centro de Istanbul, nos llevó al Palacio de Topkapı para que, por nuestra cuenta lo recorriéramos y luego visitásemos Ayasofya Müzesi (Santa Sofía) y la Mezquita Azul (la cual no pudimos entrar porque estaban en horas de rezos...ironías de la vida porque Muxu y yo tenemos un máster de rezos al alba...bueno sólo Muxu que yo ya ni lo oigo).

no voy a entrar en análisis del arte e historia que se pueden encontrar en esos lugares, que para eso os he puesto el enlace de wikipedia, si no que os voy a contar las anécdotas que no os cuenta wikipedia (salvo trolls).



En primer lugar el precio de las entradas: 20 TL cada uno. El palacio está bien pero son más bonitos los palacios nazaríes de Granada aunque las vistas son mejores en el palacio del Sultán (esta opinión es completamente subjetiva y se basa en que al ser de secano me llama más la atención ver el Bósforo y todos sus petroleros barquitos sobre el agua brillante que ver montañas y ciudad (que también me gustó mucho, pero era por comparar y sale perdiendo).
A nivel arquitectónico es más bonito la Aljafería salvo quizá por alguna sala de azulejos, pero lo que realmente justifica el precio de la entrada es el tesoro del palacio: se pueden ver los trajes de los sultanes (de cuello enanos y talla Jesús Gil muy grande) y los tronos, joyas de turbantes, miniaturas y mil objetos de oro macizo, perlas, esmeraldas y rubíes que fueron creados como regalos para la tumba de Mahoma. Mención especial tiene el diamante de las cucharas (porque lo encontró en bruto un mendigo y le timaron lo cambió por 3 cucharas de plata) que es enorme. El de Titanic de James Cameron es una lentejita a su lado.

las entradas son como las power balance, con holograma:
pero al igual que las timopulseritas esas no garantizan un mayor equilibrio porque un niño delante nuestro se pegó tal torta contra el suelo al intentar saltar una valla que separaba un parterre que pensábamos que cuando se levantase los dientes seguirían incrustados en el suelo.

entrando en el palacio, nos cogimos una audioguía por 5€ (que la verdad, tampoco es que contase gran cosa) que nos convenció por el siguiente cartel:

realicemos un análisis detallado, no en vano soy experto en el análisis de carteles (no es porque sea mío, pero tenéis que leer ese post):
--el primer sujeto es como el hombre que sonríe contento como después de eliminar los granos, ergo, si complementas la entrada con holograma con el audioguía tendrás una salud de hierro.
--el niño alemán al que le han contado un chiste, ergo Martes y Trece te van a hacer la visita. He de matizar que es publicidad engañosa ya que la voz de GPS que nos iba realizando la visita era más soso que un chiste de Fidel Castro.
--la mujer que ha visto la luz, ergo va a ser una visita espiritual. Esto es verídico porque uno de los pabellones era el de las reliquias (algo así como un pequeño Vaticano musulmán (con permiso de la Meca) y pudimos ver el palo de Moisés, los huesos de San Juan, pelos de la barba de Mahoma o ropajes de Fátima.
--la mujer que te atiende en línea directa ergo asistencia en carretera. Al final no la necesitamos pero las aglomeraciones de gente eran majas.

por otro lado después vimos Santa Sofía de la que voy a destacar la monumentalidad de la misma y lo que impresiona. La pena es que cuando los musulmanes la convirtieron en mezquita pusieron yeso para cubrir los mosaicos de teselas en la pared (ya que eran motivos cristianos, suponemos que los paneles de las paredes tallados en madera o alabastro serían más fáciles de quitar) y la verdad que deberían eliminar ese yeso (ya que no hay nada de valor pintado en él) y descubrir los mosaicos que esconden porque son realmente impresionantes los que se han rescatado(de un nivel de perfección que parecen pintados).

ya como última anécdota decir que encontramos muchos puestos de "piruletas" artesanales. Se llaman Macunu (se pronuncia "Mayunu") y consiste en un caramelo de colores medio líquido que tienen en esa cazuela con forma de ficha de quesitos del trivial y que sabe muy parecido al sugus.


alimentando a las caries por una timolira

cuando le pides uno, coge un palito de madera y le va dando vueltas con lo que deja caer por cada uno de los quesitos con lo que al final queda como un twister (helado) que antes de dar lo unta en el limón que tiene delante para que cristalice algo, pero que aguanta con forma menos que un montaña de lacasitos.

por último una recomendación: no parar a hablar con nadie de los que están vendiendo cosas (sobre todo alfombras, que si te las mandan a casa o cosas parecidas) por mucha conversación que te intenten dar (y os garantizo que os intentarán dar mucha conversación) o al menos así nos lo recomendó Alí.

PD. Alí por su cuenta nos llevó a una fábrica de imitaciones de productos en cuero cuyos precios estaban igual que los originales. Según decían tenían "el mismo trabajo" cosa que no dudamos, pero se esperábamos que se cobrase al precio del material de calidad con un beneficio, no al precio de un original con descuento.